Marruecos
País soberano situado al norte de África, con costas en el océano Atlántico y el mar Mediterráno.
Logró su independencia política de Francia y de España el día 2 de marzo de 1956. Se encuentra separado del continente europeo por el estrecho de Gibraltar. Limita con Argelia al este, al sur con Mauritania, al norte con España, su principal socio comercial con el que comparte tanto fronteras marítimas como terrestres. Su Capital política es Rabat y su Capital económica Casablanca. Dada su ubicación estratégica en el Mediterráneo, fue lugar de constantes intercambios culturales con romanos, visigodos y bizantinos y ofrece escenarios como el desierto del Sahara, palmerales, el Valle del Dadès con los picos nevados del Gran Atlas y ciudades vibrantes como Marrakech.
Cómo llegar a Marruecos
Avión: la opción más cómoda, rápida y económica a la cuestión de cómo viajar a Marruecos desde otro país. Mediante los aeropuertos internacionales de Casablanca, Tánger y Agadir, Marruecos está bien comunicado con Europa, África y Oriente Medio. En Marruecos hay un total de 15 aeropuertos internacionales y nacionales. Los más importantes son: Casablanca (Mohammed V), Tánger (Boukhalef), Rabat (Salé), Fez (Saïss), Agadir (Al Massira), Marrakech (la Ménara), Oujda (Angad), Alhucemas, Tetuán y Ouarzazate. El aeropuerto Mohammed V de Casablanca es el principal aeropuerto de Marruecos. En él confluyen las compañías aéreas más importantes del mundo
Ómnibus: por el estrecho tomando uno de los ferrys que salen desde España. La ventaja de esta opción es que el precio del viaje en autobús incluye también el viaje en el barco, aunque estos trayectos en barco pueden llegar a ser largos y pesados.
Tren: dependiendo de los horarios del tren, es posible que se deba pasar una noche en Algeciras (España).
Barco: desde Europa, una opción más romántica y menos contaminante que el avión, que llegan a África y conectan Marruecos con la red europea de ferrocarriles.
Cómo moverse por Marruecos
Avión: la compañía aérea nacional, Royal Air Maroc (RAM), ofrece numerosos vuelos domésticos.con 18 aeropuertos para descubrir Marruecos de norte a sur.
Tren: La red ferroviaria del Office National des Chemins de Fer (ONCF) recorre todo el país y la compañía de ómnibus Supratours hace el relevo cuando la ciudad de destino no dispone de estación. El tren de alta velocidad (TGV) comunica Casablanca con Tánger.
Ómnibus: realizado por la Compagnie de Transport au Maroc (CTM) así como otras compañías privadas.
En Casablanca y Rabat se puede optar por un taxi, un autobús o un tranvía Las tarifas están reguladas y cada taxi dispone de un taxímetro.
Auto: al alquilar un vehículo hay que tener en cuenta que en Marruecos se conduce por la derecha y la mayoría de los vehículos están dotados de cambio manual. Las señales de tráfico figuran en francés y árabe. Las autopistas y carreteras nacionales comunican Marruecos de norte a sur.
Qué ver en Marruecos
Raibat
Se encuentra situada en la costa atlántica del país, en la desembocadura del río Bu Regreg, que separa la ciudad en dos partes. Es la capital política y el principal centro administrativo de Marruecos, además de la cuarta ciudad imperial. Es una curiosa mezcla de la tradición histórica del pasado y modernidad establecida en el presente. Fue en el siglo XII cuando se construyeron sus edificios más emblemáticos, como pueden ser la Torre Hassan y la Kasbah des Oudaias. Esta ciudad se convirtió en el bastión para los musulmanes expulsados de España a principios del siglo XVII.
Se encuentra situada en lo alto de una colina de Rabat y es uno de los tres grandes mirantes de Rabat construidos por los almohades, los otros son la Koutoubia de Marrakech y la Giralda de Sevilla, construídas por el mismo arquitecto.
Tiene 44 metros de altura, aunque en sí su diseño original debería haber sido los 86 metros; está hecha de arenisca de color rojo lo que le da ese peculiar color. Años después, el terremoto de Lisboa dañó la mayor parte de las columnas y las paredes del monumento.
Aquí descansan los restos de los monarcas Mohamed V y Hassan II, abuelo y padre del actual rey Mohamed VI. Se construyó entre 1961 y 1999, justo enfrente de la Torre Hassan. El proyecto está compuesto por la Gran Mezquita y una Kubba, tumba cubierta por una cúpula construida en mármol blanco italiano. La construcción, casi cúbica, está coronada por un tejado de cuatro vertientes recubierto con azulejos verdes. La Gran Mezquita de Rabat, construida sobre el siglo XIV, está compuesta por un alminar de planta cuadrada y decorada por arcos en forma de herradura. Un poco más allá de la mezquita se encuentra el zoco de la joyería, donde antiguamente residían los representantes de potencias extranjeras.
La kasbah fue construida en un risco de Rabat que se levanta sobre el Atlántico, albergando un antiguo palacio convertido en museo de arte tradicional. Está formada por unas murallas que albergan un barrio amurallado, compuesto por estrechos y cuidados callejones repletos de casas pintadas de color azul. Se accede por una puerta de la época almohade, donde se encuentran los Jardines Andalusíes, creado a principios del siglo XX y el Museo Nacional de la Joyería, en su origen residencia del Sultán Mulay Ismaíl. En el interior está inserta la mezquita Jemâa Al Atiq, la más antigua de Rabat, y a la que, como de costumbre, sólo de podrá acceder si se practica la religión del Islam.
Es un recinto amurallado que aglutina un antiguo emplazamiento primero romano, luego medieval y necrópolis, situado en las proximidades de Rabat. Fue un puerto de escala conocido como Sala Colonia en un lugar de enorme potencial comercial por situarse a la orilla de un río navegable (Bou Regreg) y por su cercanía con el océano Atlántico. Constituye probablemente la más antigua aglomeración humana establecida en la desembocadura del mencionado río. Dentro puedes contemplar ruinas de un foro romano, restos de casas y tiendas, un mausoleo, un hammam (baño), una madrasa (escuela), una mezquita y un exótico jardín.
Llamado Dâr-al-Makhzen es la residencia principal y oficial del rey de Marruecos aunque el Rey no vive aquí sino en otra residencia en las afueras de Rabat. El conjunto alberga a más de dos mil personas que trabajan para el Rey. Es de construcción moderna (1864) y alberga también una mezquita (Ahi-Fas) con su escuela islámica y varios edificios de uso meramente administrativo entre los que se encuentran el del Primer Ministro y la Corte Suprema. Además son muy bellos los jardines y muy cuidados. En el lugar donde se edificó este Palacio estuvo otro Palacio que mandó edificar el Sultán Mohammed Ben Abdellah a fines del siglo XVIII.
Temara
Se sitúa a escasos 4 km al sur de la ciudad de Rabat; tiene un núcleo en el interior y núcleo costero de playa en su frente marítimo que es zona de primera residencia para muchos que buscan vivir “fuera de Rabat pero dentro de ella”. Su frente marítimo está plagado de hoteles y apartamentos, unos mejores que otros, así como de bares, restaurantes y locales de ocio (incluidas discotecas). Las playas son limpias y vigiladas con servicios que las hacen agradables. Hay muchas playas de norte a sur, yendo desde Rabat en dirección a Casablanca.
Casablanca
Está situada en la costa del océano Atlántico a 80 km al sur de Rabat. Es la mayor ciudad de Marruecos, así como su principal puerto. Acoge la sede y las principales instalaciones industriales marroquíes, así como de empresas internacionales con sede en Marruecos. Las estadísticas industriales muestran que Casablanca mantiene su posición histórica como la principal zona industrial del país. El centro de la ciudad se encuentra en la Plaza Mohammed V y a poca distancia la mayoría de restaurantes, bares y hoteles. La antigua medina se encuentra a pocas calles al norte, mientras que la Medina Nueva está más al sur.
Este templo de Casablanca es el más alto del mundo, tiene una torre de 200 metros de altura y el segundo más grande después de la mezquita de La Meca. Esta increíble mezquita blanca impacta tanto por su tamaño como por tener la última tecnología: su techo se abre de manera automática, tiene el suelo con calefacción, las puertas eléctricas y cuenta con un sistema contra los terremotos. El exterior de la mezquita tiene treinta mil metros cuadrados donde pueden llegar a caber unas 90 000 personas.
Casablanca es la ciudad más moderna de Marruecos pero conserva su medina antigua, que contrasta muchísimo con las grandes avenidas de la ciudad. En la antigua Casablanca encerrada entre sus murallas y en la parte norte de la medina, delante del puerto, podrás ver los restos de las fortificaciones de Casablanca del siglo XVIII, así como disfrutar de una de las mejores vistas panorámicas del mar de la ciudad. Comparada con otras medinas es bastante pequeña y menos auténtica ya que en los últimos 100 años se han llevado muchísimos cambios urbanísticos en la ciudad, que obviamente, han afectado y mucho al carácter de este lugar histórico.
La nueva medina o barrios de Habous
Situada al sur en el distrito Mers Sultán y construida por los franceses al estilo árabe, para remplazar el viejo barrio, es un buen lugar para las compras de artesanía, especias, etc.
Un paseo agradable por las tiendas nos permite encontrar objetos de arte deco. Hay un poco de todo: vendedores de ropa, los tradicionales anticuarios, joyerías, librerías, tiendas de muebles marroquíes, venta de aceitunas y especias, caldereros, vendedores de alfombras. Una serie de pequeñas tiendas y bazares revelan a los visitantes una gran variedad de artesanía marroquí, de todo el país: cerámica, artículos de cuero, muebles de madera.
El Santuario de Sidi Abderrahman
Está construido sobre una roca en la costa y sólo es accesible con marea baja. El templo no puede visitarse por los no musulmanes, pero a los turistas se les permite explorar la pequeña medina un barrio encantador que ha surgido en torno a ella. Sidi Abderrahman, llegó de Bagdad en el siglo XIX, se instaló en este islote y vivió allí hasta el fin de sus días donde sus restos están enterrados. Es considerado santo por algunos musulmanes y ese lugar es hoy un sitio de peregrinación.
Edificio hispano-árabe compuesto por más de 60 habitaciones adornadas con techos de madera, estucos y azulejos que se encuentra en el boulevard Victor Hugo de Casablanca y se utiliza como corte de justicia. Su traducción viene a ser “Palacio de Justicia de Pasha”. Está ubicado junto al mercado del barrio y sus interiores son espectaculares siendo uno de los mejores tesoros de la ciudad, Aunque la entrada es gratis, no es sencillo entrar. Es conveniente contratar un guia.
Está ubicado en un edificio moderno y luminoso en el barrio de Oasis, en una villa con exuberantes jardines a cinco kilómetros al sur de Casablanca. Es el único museo judío no solo de Casablanca y Marruecos, sino también de todo el mundo musulmán. Aquí se cuenta la historia de dos mil años de civilización judía en la región y su influencia sobre la sociedad marroquí moderna. Se exhiben antiguos libros judíos marroquíes y pergaminos, trajes tradicionales así como elementos sacramentales y una enorme colección de fotografías de sinagogas.
Tánger
Es una ciudad del norte de Marruecos, ubicada en las proximidades del estrecho de Gibraltar apenas a un par de horas navegando entre el Atlántico y el Mediterráneo. Durante parte del siglo xx constituyó un protectorado internacional llamado Zona Internacional de Tánger, hasta la incorporación de la ciudad a Marruecos con la independencia del país. Allí podrás recorrer la Plaza 9 de abril, conocida como el Gran Zoco, la mezquita de Sidi Bou Abib y detrás del templo musulmán se levanta la iglesia anglicana de Saint Andrews. Cruzando el arco de la Puerta Bab Al Fahs entras al laberinto de la medina, la Gran Mezquita, la Antigua Legación Americana, los restos de una sinagoga o al Pequeño Zoco. Ya en la parte más norte del país, te encontrarás con las lindas playas de Tánger. Entre las más populares encontrarás Playa Sol, Playa de Cuevas Hércules y Playa de Sidi Kacen; mientras que en la costa del Estrecho verás la Playa de Sidi Kankouc, Cala Grande, Playa de Mesket, Playa de Diqui y Playa Mrisa.
Marrakech
Fue fundada en 1062 como asentamiento almorávide y transformada en ciudad imperial de los almohades quienes la hicieron su capital, embelleciéndola en 1157 con la mezquita de la Kutubia, uno de los monumentos más bellos del Magreb mientras que las sucesivas dinastías que la han poblado han ido enriqueciéndola. Está catalogada como uno de los centros culturales más importantes de todo Marruecos. Es también capital turística y el primero de los destinos de los viajes a Marruecos, además de una ciudad muy viva y famosa, entre otras muchas cosas por sus mercados y festivales.
Este espacio cultural, que también recibe el nombre de Plaza Jemaa el-Fna, fue declarado por la UNESCO 'Obra maestra del patrimonio mundial' en 2001 por dar vida todas las noches a las leyendas urbanas y la historia oral.
Este inmenso espacio abierto situado en el interior del barrio antiguo de la ciudad, acoge a malabaristas, narradores de cuentos, encantadores de serpientes, magos, acróbatas y toda una gama de lunáticos.
Es un icono de Marrakech y también una de las más grandes del Occidente musulmán situada al suroeste de la Medina de Marrakech y al suroeste de la plaza Jamaa el Fna al lado de la avenida Mohamed V. Su construcción se inició en 1141 destacándose por su alta torre y por su color, piedra de arenisca rosada, típico de la ciudad. La torre puede verse casi desde cualquier parte, convirtiéndose en el eje central de la ciudad. Con sus casi 70 metros de altura, 60 metros de ancho por 90 de largo es el edificio más alto de todo Marrakech, quedando prohibido levantar cualquier otro que le supere. Debe su nombre a los libreros que vendían libros (kutub) en su atrio.
O también Minzah situado fuera de la Medina se halla este jardín imperial, un parque erigido en el siglo XII para disfrute de los sultanes, convertido hoy en un apacible jardín con el bello telón de fondo de las montañas del Atlas totalmente cubiertas de nieve. Se encuentran en el extremo sur, a unos 45 minutos a pie de la plaza Jemaa el Fna. Están formados por un inmenso cercado de 3 km de longitud y 1,5 km de anchura, que están poblados por árboles frutales y olivos, y un enorme estanque artificial. Fueron construidos por los almohades ideando un sistema para traer el agua procedente del deshielo del Atlas hasta aquí por una serie de canales subterráneos para servir de riego.
Ubicado a pocos metros de la famosa plaza Jemaa el Fna fue construido a finales del siglo XVI por el sultán Ahmed al-Mansour para conmemorar la derrota de los portugueses en Wed al Makhazín (la Batalla de los Tres Reyes). Actualmente se encuentra prácticamente en ruinas quedando solo visitable una gran explanada repleta de naranjas y los muros de la edificación desde lo cuales podremos obtener unas bellas vistas de la ciudad y su entorno. Se dice que fue un palacio con más de 300 habitaciones decoradas con los mejores materiales de la época: oro, turquesas y cristal.
Datan de finales del siglo XVI y se encuentran ubicadas en el barrio de la Kasbah de Marrakech en un jardín cerrado al que se accede a través de un pequeño pasillo. En el mismo jardín se pueden ver más de 100 tumbas decoradas con mosaicos. En ellas están enterrados los cuerpos de los sirvientes y guerreros de la dinastía saadí que gobernaron la ciudad durante su época dorada en los años 1524 a 1659. El edificio más importante de las Tumbas Saadíes es el mausoleo principal. En él está enterrado el sultán Ahmad al-Mansur (el creador) y su familia.
Esta escuela de teología coránica fue fundada en Marrakech a mitad del siglo XIV por el sultán Abou el Hassan convirtiéndose en la más importante de todo el norte de África. Compuesta por una universidad coránica y una residencia acogió a más de 900 estudiantes de todo el mundo musulmán. Lo más destacable es su patio interior y la decoración y recreación de las salas que alberga algunos de los más bellos ejemplos de arte y arquitectura de Marruecos. La sala de rezos posee una de las decoraciones más exuberantes del conjunto, usando piñas y palmeras para la decoración del mihrab, pequeña habitación, que indica el lugar hacia donde hay que mirar cuando se reza.
Es un bello palacio que se encuentra a menos de un kilómetro de la plaza Jemaa el Fna y es ejemplo de morada rica, principesca y realista de finales del siglo XIX, realizado por Ahmed ben Moussa, un gran visir del sultán para su uso personal. Dispone de más de 150 habitaciones todas dispuestas en una sola planta, debido a la obesidad que padecía el visir y que le impedía subir escaleras. Cuenta con un hermoso jardín de 8 hectáreas.
Se encuentra cerca del Palacio de Bahía y fue construido a mediados del siglo XIX por orden del visir Ahmed Ben Moussar y los mismos artesanos del Palacio de Bahia. Este es uno de los palacios más bonitos de Marrakech. Hoy en día es sede del Museo de las Artes Marroquíes consagrado a objetos y artesanías de la región, como prendas típicas, elementos de cobre, tejidos, armas y joyería bereber, así como algunos hallazgos arqueológicos. Tiene varios patios y la planta superior no exhibe obras sino que muestra mobiliarios de madera de cedro y la edificación de influencias hispano-moriscas.
Rodea por completo a la ciudad antigua, tiene una extensión de unos 19 kilómetros, con una altura de entre 8 y 10 metros y un ancho de hasta dos metros. Fue declarada en 1985 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Construidas en adobe y mantenidas a lo largo de los siglos cambian de tonos de color según el tiempo y la luz del día. Delimita los históricos barrios de estilo musulmán, que se caracterizan por su gran entramado de callejuelas, frente a los barrios de estilo occidental, con grandes avenidas y jardines construidos durante la época del Protectorado francés.
Fez
Esta Ciudad es famosa por su antigua ciudad amurallada, que muchos comparan con la de Jerusalén. Es la primera de las ciudades imperiales de Marruecos, ya que se remonta al siglo VIII y fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1981. Está a casi 170 Km de Rabat y tiene más de 9000 callejuelas y pasadizos que recrean un laberinto en el cual extraviarse resulta tan divertido como apasionante. Es también pionera en el culto musulmán de este país y posee una de las universidades más antiguas del mundo. Es particularmente conocida por ser la capital cultural y espiritual de Marruecos, centro del arte y la ciencia.
Ouarzazate
Esta ciudad es conocida como la puerta del desierto de Marruecos, a unas tres horas en coche o en todo terreno desde Marrakech y última parada antes de las dunas y fértiles oasis que salpican el Sáhara. Se caracteriza por su variedad de paisajes, la hospitalidad de su gente, la riqueza y diversidad de su folclore y la autenticidad arquitectónica de su hábitat. Rodeada por una cordillera de montañas, se encuentra situada a 1.160 metros de altitud. Allí encontraremos Ait Ben Haddou un maravilloso pueblo de arcilla y adobe, detenido en el tiempo en una zona árida y rocosa, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que ha sido escenario de famosas películas como Lawrence de Arabia y Gladiator. La ciudad cuenta, en total, con tres estudios de cine y un museo.
Merzouga
Es la perla del desierto del Sahara, una verdadera joya muy popular entre los turistas de todo el mundo. Se trata de un pequeño pueblo en el sureste de Marruecos, a unos 20 km de la frontera argelina. Es conocida mundialmente por sus hermosos paisajes y la inmensidad de sus dunas. Por eso es uno de los desiertos más bonitos del mundo, en el que un mar de dunas perfectas son las protagonistas del paisaje en el que podrás pasar una de las mejores noches de tu vida bajo las estrellas o realizar experiencias de aventura 4×4. Cerca de Merzouga se encuentra Erg Chebbi, que significa ‘La pequeña duna’. Pese a su nombre, son las dunas más grandes de todo el país, con 250 metros de altura.
Gastronomía de Marruecos
Está llena de color y sabor, siendo una cocina muy familiar en la que priman los platos caseros. Los ingredientes más comunes de la cocina marroquí son las especias como el comino, la pasta filo, los cereales, la miel, las almendras y el pan de leña. También son habituales las frutas y verduras, el pescado, el marisco y las carnes de pollo y cordero.
Tajines marroquíes: guiso cocinado lentamente en una olla de barro con carne hasta que está tierna; puede ser también con pollo o cordero. Se suele servir acompañado de pan o cuscús.
Pan Khubz: pan con forma plana para consumirlo recién sacado del horno con mucha corteza para mojar en los guisos, caldos y salsas.
Sopa Harira: se suele elegir para romper el ayuno una vez que llega la puesta de sol durante el mes sagrado del Ramadán; lleva lentejas y tomates con guisantes y, a veces, se le añade algo de carne.
Cuscús: la sémola seca se enrolla a mano y se salpica con agua para formar granos pequeños, que después se hierven.
Pollo con almendras: condimentado con perejil, cebolla, comino, almendras, ajo, jengibre, cúrcuma y pimentón.
Kefta: carne picada aderezada con cebolla, ajo, perejil, pimentón picante, cominos y aceite de oliva.
Zaalouk de berenjenas: berenjena hervida con tomate y ajo, condimentado con cominos, pimentón rojo dulce y zumo de limón.
B’stilla: capas de pasta de hojaldre con carne de paloma (o pollo), condimentada con un relleno de almendras y especias. Por encima lleva azúcar glasé y un poco de canela.
Dulces marroquíes: Casi todos los dulces están condimentados con frutos secos, particularmente almendras, sobre todo los cuernos de gacela o Kaab el Ghazal, que se llaman así por su forma de media luna.
Té de menta: existe una gran tradición de hospitalidad en torno a esta bebida que se trata de un té verde con hojas de hierbabuena fresca y azúcar.
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